Qué alegría da, al volver de vacaciones, encontrar que la biblioteca ha mejorado de aspecto.
Hay quien piensa que la distribución del espacio y la decoración de la biblioteca no influye en el uso de ésta ni en el préstamo de documentos.
En una biblioteca escolar de un instituto, el conseguir que alumnos y profesores la consideren como suya, depende de un montón de factores; aunque parezca frívolo para algunos, la decoración, el conseguir que los muchachos se sientan confortables, es el primer paso para que quieran participar en actividades y explorar lo que tenemos.
Las películas han sido un paso positivo para que chicos que no suelen leer, acudan a la biblioteca; los comics también ayudan.
Es por eso que me alegro cuando veo con qué cariño, nuestro David, va mejorando el aspecto de un lugar que en un principio era frío y un poco inhóspito.
Poco a poco las vamos llenando con películas que realmente deben formar parte del catálogo de una biblioteca escolar; sin morralla: es una biblioteca para jóvenes de 13 a 18 años; ellos son los protagonistas y a ellos va dirigido este post; para que aprecien que, además de libros, ordenadores, revistas y películas, el espacio de la biblioteca está diseñado para que ellos se encuentren cómodos, sepan encontrar lo que buscan con autonomía, y respeten su cuidado, su orden y el espacio de los demás compañeros y profesores...Gracias, DAVID...algún día dispondremos de más tiempo que dedicarle.
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