Educación Infantil. Nuevo proyecto

Aunque el día esté así de nublado, gris, frío y tan desapacible que  parezca imposible encontrar el colegio..

 Dentro es diferente; han pasado tres días desde que empezamos el segundo trimestre y el interior de la biblioteca comienza a calentarse, porque después de haber estado tantos días sin vernos, son muchas las cosas que tenemos que comentar.

Acabamos el proyecto de los Juegos Olímpicos con la celebración de unos juegos chiquititos en los que no todos los deportes que practicamos eran olímpicos, pero sí que eran verdaderos olímpicos todos sus participantes; olímpicos diminutos pero sobreestimulados que no querían que nos dieran las vacaciones.

Tanto es así que los Reyes se enteraron y a alguno le han dejado maravillas de libros sobre los deportes y juegos.

De todas maneras, este años Sus Majestades han traído menos libros de lo que esperábamos, aunque en las casas que han dejado, no han dejado sólo uno.

Ya me están cargando en mi pen las fotos de las celebraciones para confeccionar el trabajo que quedará en la biblioteca para que otros lo disfruten y lo usen, que para eso sirven las bibliotecas escolares, para seguir edificando en lo ya construido día a día.

Ahora nos toca empezar otro proyecto que estamos seguros que le va a encantar a nuestros "Diminutos"

porque trata de animales y de eso queremos aprender un montón.

Celebramos el regreso de Ana, que hacía tiempo que no la disfrutábamos, empezando el proyecto con un cuento que se llama "Las manoplas de Caperu" y que nos va a servir para aprender que las apariencias engañan ... aquí nuestro primer animal, el lobo, no es tan fiero y tan malo como lo pintan... y como esto, nos esperan muchas sorpresas porque de animales nuestra biblioteca está bien surtida y es posible que vengan animales de verdad a visitarnos...

Me parece que este proyecto que empezamos nos va a deparar muchas situaciones gratificantes y divertidas, como debe ser, que para crecer sanos y estimulados lo que hace falta es alegría.

P.D. Procuro poner las fotos un pelín desenfocadas para que no se vean las caras de los niños; qué lástima que tengamos que andar así cuando lo más hermoso que hay es la carita de un niño ilusionado oyendo un cuento... peajes de la civilización mal entendida.