Este periodo que queda lo aprovechamos para repasar actividades, hacer inferencias de las estadísticas de préstamo, realizar las visitas de los alumnos/as de 6º de Educación Primaria a la biblioteca del Instituto; encontrar los documentos desaparecidos y plantearnos el futuro curso escolar.
En esas estábamos cuando de pronto se cruzó en nuestro camino este magnífico libro que ya dábamos por desaparecido:
Este libro, que todos adoramos ha sido el desencadenante de una tormenta de ideas y todo el grupo se ha puesto a trabajar para meter la actualidad en la escuela en estos últimos días de curso.
Los pequeñines se han solidarizado con los pepinos enfermos y después de poner las caritas de todos los sentimientos posibles e imaginables han dibujado pepinos llorando amargamente porque no se los quieren comer.
Los más mayores han hecho hincapié en el problema de no saber dónde se encuentra el dichoso e coli y en los problemas de salud y económicos que conlleva para los agricultores un diagnóstico que no sea exacto y que dé lugar a rumores que suponen la ruina para cantidad de familias.
Algunos han llegado a la conclusión de que hay que invertir dinero en investigación para que estos problemas no vuelvan a presentarse.
A cada grupo le ha interesado alguna cosa en concreto y van a investigar a partir de ahí.
Internet y los periódicos han entrado de lleno en nuestra biblioteca y no creo que el tema se quede ahí.
Lo que sí sé es que la ilusión por saber más ha llegado en un momento muy oportuno para acabar el curso investigando sobre temas que interesan y mueven a despertar la curiosidad por averiguar y aprender.
¿No es eso lo que queremos en nuestras bibliotecas escolares?
¡Bendito libro que ha venido a aparecer en un momento tan oportuno!
¿Y si alguno de nuestros niños/ as puede solucionar el problema?