Se acerca la fiesta de Halloween y las bibliotecas escolares se llenan de vampiros, brujas, fantasmas, telarañas...etc.
Pero no nos podemos olvidar de que en nuestras bibliotecas hay niños/as de 3,4 y cinco años que tienen un miedo horrible cuando ven a esos personajes porque creen que son malos y les pueden hacer daño.
Como llevamos ya muchos años en este trabajo y hemos visto no pocas veces llorar a niños/as de puro terror, así como a otros que mientras más horrores, mejor; desde hace algún tiempo hemos tenido unas buenas ideas que queremos compartir con vosotros antes de que llegue una fiesta, que queramos o no, a la mayoría de los niños y adolescentes le encanta y cada vez tiene más predicamento en nuestras bibliotecas.
La bruja que vive en la biblioteca es una bruja buena; lo dice su sombrero, que está confeccionado con hojas del otoño, que para eso es bibliotecaria y su vida transcurre entre hojas.
Sus conjuros hace que se encuentren en la biblioteca todos los libros y películas que espantan los miedos y los mandan bien lejos, fuera de la biblioteca.
Su magia negra consiste en enseñar a los niños a reirse del miedo, y le demuestra, que los más listos pueden leer sobre brujas, ogros, y personajes funestos para lograr vencerlos.
Ahora ya sí que se pueden poner en los expositores todo el material que encontremos sobre todos los temas que hacen de esta fiesta su eje principal.
Ya podemos reirnos del miedo.
Las huellas sanguinolentas que pone David en el suelo del instituto se dirigen hacia la biblioteca.
En los colegios de Educación Infantil y Primaria, las huellas salen de la biblioteca porque los muertos vivientes van a buscar a los incautos ignorantes.
¿Truco o trato?